EL GUSTO Y EL OLFATO. INTERACCIÓN

Ángela  Teruel Velert


“El gusto es un sentido íntimo. No podemos gustar cosas a distancia, y el modo como gustamos de las cosas, lo mismo que la exacta composición química de nuestra saliva, es algo tan individual como nuestras huellas digitales”.
Diane Ackerman

GUSTO
Se ha establecido que nuestro sentido del gusto detecta cuatro sensaciones básicas: dulce, salada, ácido y amargo.
Recientemente, se ha desarrollado un mayor consenso por la adición de una quinta clase de sensación gustativas: “umamí”. En esta sensación de umamí participa la intervención de varias sustancias, incluido el aminoácido glutamato. El glutamato se encuentra de forma natural en varios alimentos, pescado, queso, tomates, guisantes, maíz y leche humana y como glutamato monosódico, es frecuentemente utilizado para aumentar el sabor de algunos alimentos.

SENTIDO OLFATO Y GUSTO
Los sentidos del olfato y el gusto son parte de nuestro sistema sensorial químico. Estas células sensoriales detectan las moléculas microscópicas que liberan todas las sustancias que nos rodean y a través de los nervios, envían mensajes específicos a centros superiores del cerebro, donde todas estas sensaciones se combinan para producir el sabor que incluye no únicamente sabores, también olores junto con la irritación químico sensorial.
La percepción del sabor viene dada a partir de una combinación de olores y gusto.

INTERACCIÓN OLFATO Y GUSTO
El olfato y el gusto están interrelacionados muy cercanamente y juega un papel vital en la nutrición y por lo tanto en la calidad de vida de las personas.
Una disminución de la función de un sentido, a menudo afecta la función del otro sentido. Las carencias en estos sentidos no solamente reducen el placer y gusto de los alimentos, sino también pueden lleva a envenenamientos por alimentos o a una sobre exposición a agentes dañinos ambientalmente que de otro modo podrían detectarse por el olfato y el gusto.

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